20130819


Desde aquí abro la primera herida
hundida en el ángulo que forman
la línea de mi equilibrio y la línea de Venus
de la mano izquierda.
El ritmo pesado
de mi movimiento de caderas bajando del metro
es el canto de ballenas
que usarías para dormir.
Pero nunca conciliarías el sueño
porque desde la primera herida
que el ritmo de las aguas de mi cuerpo
no es ni paz ni calma. 

20130818

Interfaces



Las transparencias de las pantallas que nos abrasan
son lo único que no tienen espesor
en un lugar en que las luces nos han dado
todas las soluciones.
La transparencia de los lugares
que nos abrazan
se puede volver visible cuando
adquiere carácter
de nudo marinero.

20130817

proyección

Dejar a la deriva el ruido
de mil explosiones destruyendo
ciudades de civiles, dejar
en el silencio de las madrugadas,
en las esquinas de una ciudad
(preferiblemente lejana al mar)
grabaciones en formato digital
hechas en casa
con las manos sucias.
Abandonar a los hijos de una sucesión
que pierde sentido, y que causa miedo
en la hora indicada
sobre la superficie plástica.
Deriva del ruido es recepción
de un silencio al que le metimos la manos
por la garganta para arrancarle un grito,
el que entregamos de manera gratuita
bajo el mobiliario urbano.

¿Podría Cristo haberse arrepentido de su sacrificio?

Luego desde una cabaña a kilómetros de distancia,
monitorear como agente de una película pasada de moda
la actividad permanente de un ruido huérfano
que ríe sin entender el chiste
y sin querer caminar hacia otros espacios.
Reflejar la actividad monitoreada desde una pieza pintada de blanco y con mucha basura.
Extirpar las letras hasta que se deformen en su tamaño, tomárlas
para que su porte sea mayor al del espacio
que deja en el cielo de NY un edificio que no está.

Dejar que hablen de nuestro ruido.
Extirpar hasta la última palabra de nuestros nombres tachados.
no se me cansaron los pies después de faltar a todas las fiestas a las que nunca me invitaron pero yo igual celebré un par llegaron pocas personas sobraba comida fingía que me agradaban y ellos fingían que yo les agradaba nunca quise fiesta sorpresa ni de quinces y nunca me invitaron a ninguna los mensajes de saludos nunca llegaban al menos los que me importaban nunca llegaron el ruido de la música de moda en el año que corresponda no es más que un baile del que nunca me aprendí bien los pasos pero al menos no se me cansaron los pies

Intento número cincuenta de darle vida a un cuerpo mutilado en última gran guerra


Empezar de cero es siempre una mentira.